lunes, 3 de junio de 2013

Satisfacer nuestras necesidades de salud, empleo y vivienda digna es fundamental para crecer y desarrollarnos.

Desde que nacemos, la vida en comunidad permite nuestro desarrollo emocional. Así aprendemos a sentir afecto ya conocer diversos sentimientos, como el apego y la preocupación por los otros.


Las relaciones sociales satisfacen nuestras necesidades de sentir y saber que pertenecemos a aun grupo. Este sentido de pertenencia hace que surjan de manera espontánea, valores como la solidaridad, la consideración y el respeto.

Sentirnos queridos y aceptados nos ayuda a desarrollar seguridad, y a ser capaces de trazarnos metas que den sentido a nuestra vida.